Las primeras impresiones cuentan. Siempre cuentan. Pongamos un ejemplo muy sencillo: existen dos compañías de un mismo sector que venden aparentemente el mismo producto. Una de ellas, en cambio, utiliza materiales de peor calidad y a pesar de ello, consigue vender más asegurándose una posición más favorable dentro del mercado. ¿Por qué ocurre esto? Sencillamente, por saber sorprender y llegar de manera más adecuada a su público objetivo.
Antes de nada, deberemos enfocar correctamente el proyecto desde cero. La planificación es muy importante. Hablar con el cliente, hacerle las preguntas necesarias, saber sus preferencias. Nosotros nos encargaremos de ayudarle a conseguir sus objetivos, por tanto, el feedback desde un principio hasta el final del desarrollo del proyecto es clave si queremos optimizar el tiempo, el dinero y conseguir buenos resultados (por ambas partes).
Es importante, por tanto, conocer todo aquello que nos ayude a la creación de dicha imagen, como por ejemplo: el sector en el cuál se desarrolla la actividad, los servicios /productos que oferta, público objetivo (target), aspiraciones de la empresa a corto/largo plazo, la competencia en su ámbito de mercado, puntos fuertes/débiles, presupuesto, entre otros.
Una gran marca debe dar una respuesta clara a estas cuestiones, sino algo falla.
En el próximo post, os daremos las claves para conseguir crear un logotipo único, el primer paso para la creación de una identidad corporativa; te ayudaremos a convertir un simple elemento visual en el fiel reflejo de los valores de tu empresa. ¡No te lo pierdas!
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